El cloro en los tiempos del COVID
Me levanté esta mañana y me dolía todo el cuerpo, ¿puede la vitamina C causar dolor intramuscular? Busqué el paquete y leí los efectos secundarios. Como mucho estaré publicando mi segundo libro desde el baño, pero de músculos, ni cerca. Después caminé hacia la cocina y me empezó a picar la garganta; ¡Coño! Es el polvillo de la yerba,—pensé— pero no podía parar de toser y después me mareé e inmediatamente me vinieron todas las imágenes de los noventa videos que vi en el último mes. La falta de respiradores en los hospitales, el murciélago de Wuhan aleteando sobre mi cabeza, la máscara que me hice con un pedazo de media vieja y no funcionó, un chino tomando sopa y desmayándose, la falta de alcohol en gel en las tiendas, mi estado civil que no acompaña en una epidemia, el duplicado de las llaves de mi departamento que nadie tiene, los cincuenta litros de agua tónica para prevenir el virus. Todo-junto-en-un-solo-cuadro: yo tirada en el piso tosiendo todas las historias que escribí hasta hoy. Siendo una persona apartada del terror mediático, caí en las garras de la maldita prensa amarilla y la paranoia de un censo en anfetaminas. Lograron surtir el efecto indicado: asustarme. Y eso que es difícil asustar a alguien que jamás recibió dinero del ratón Perez porque mis padres no registraban mis pérdidas dentarias.