Mc Donalds
Hace 12 años que soy vegetariana, o al menos lo era hasta que me comí un doble cuarto de libra con queso de Mc Donalds con mi amiga Daniela. La gracia vino cuando airosamente le dije a mi querida amiga que no extraño la carne en absoluto excepto una buena hamburguesa chatarra. Y ella, decidida por naturaleza, me llevó al sitio más temido por la comunidad hindú. Debería discutirles a los habitantes de la India que de seguro esas hamburguesas no están hechas de carne vacuna,
pero si empiezo a hilar tan fino voy a generar un revuelo entre los pescadores amateurs por devorarme su carnada entre dos pebetes. Para los desinformados, se ha hablado mucho de que las hamburguesas de Mc Donalds están hechas de carne de lombriz— if there is such thing. Y yo no voy a ser la primera en negarlo, porque más allá del cuerpito que aplastaron para alimentarme, esa hamburguesa estaba para el satori. — ¿Y? ¿Qué se siente comer un animalito muerto después tantos años? — Una alegría sabrosa y grasienta que no te explico. Soy vegetariana por varios motivos y uno de ellos es que no considero que un animal tenga menos derecho a vivir que yo, bueno, salvo este que colaboró para mi almuerzo. Quiero creer que estaba jubilado y le tocaba partir, porque ya comerme un ternerito en nombre del hambre suena un poco cruel. Se preguntaran si me arrepentí o me cayó mal y temo decir que me siento libre de pecado…tal vez porque Mc Donalds no sea el lugar indicado para la recaída de mis prácticas espirituales ya que la carne que trafican está dudosa. Este acontecimiento sucedió hace dos semanas atrás y si bien no volvería a Mc Donalds a veces sueño que una hamburguesa voladora sale de mi heladera y me alimenta sin que yo me las tenga que ingeniar en mi pinche cocina con los 7 elementos y medio de una dieta basada en vegetales. ¿Les dije? la cocina NO ES LO MÍO. Lo mío es alguna vez dar con un novio chef que me solucione este mal congénito de tener que cocinarme no sé que porque nací para escribir no para revolver una olla. Y cuando empiezan con que “cocinar es super creativo” me dan ganas de clavar mi barra espaciadora en el puré de garbanzos de todas las personas que se creen innovadoras en el campo del arte culinario. ¿Cómo podes pensar que la cocina es creativa cuando tenes que hacerlo todos los días sin excepción para no morir desnutrido? Esto y que me apunten con un revolver en la cien es lo mismo. Se supone que la creatividad nace de la espontaneidad, no de la obligación. Por no mencionar que encima hay solo una cierta cantidad “finita” de elementos con los cual se puede cocinar. A ver si nos entendemos, si no fuera por el aburrimiento letal de los sabores le escribiría una carta a los huevos revueltos agradeciéndoles por haberme acompañado 30 años de mi vida. Y no empiecen con “ Ceci, ¿por qué no te haces un curso de cocina?”. Porque eso es como pedirle a la humanidad que hagan un curso de depilación láser, NO NOS INTERESA. Nací para escribir, no para cortar berenjenas y saltear ajo como medio de inspiración. Quiero creer que algún día llegará ese hombre que me cocine y que me llene la heladera de verduras que desconozco sorprendiéndome con un brócoli asiático y con un ramo de papas a la provenzal no-hechas-por-mí. Como cambian los tiempos, antes pedía que fuera espiritual, ahora que sea cocinero, porque a diferencia del resto de los mortales…si no me alimento bien bajo de peso en vez de subir, y a pesar de que esto es una bendición para una humanidad basada en la superficialidad y no en el alma, mi madre se las ha ingeniado para darme un discurso sobre el peso que me tiene más cansada que cortar pepinos 3 meses seguidos. Ay Dios….el día que me vaya de acá mejor que me esperes con un banquete de comida y tres madres de repuesto. Entiendo que hiciste lo debido y de seguro ese maldito libreto estaba lleno de casilleros en blanco y lecciones por aprender, pero por favor, desde mis humildes fondos líricos…urgente libérame del calvario de la cocina y ayudame para inventar algo para almorzar hoy al mediodía! Un beso en la frente y feliz Lunes para todos!