El regreso de las citas (ajenas)
Nunca pensé en cortarme las venas con Air Supply, pero publicar un libro te lleva a eso; oír a una banda de los ochentas que siempre te deprimieron y aún así la necesitabas para enterrar a un exnovio que te rompió el alma. Mi hermana siempre me lo decía:— ¿Por qué escuchás esta música? Y era imposible responderle porque ella había nacido sin el drama musical de las personas que ponemos un tema y nos vemos tirándonos del acantilado. Esa era yo…Una tipa sensible al soundtrack de mi película personal.
Los años pasaron y hoy me encuentro nuevamente en el séptimo círculo del infierno, a punto de parir un hijo sin padre. Veinte años atrás lloraba por amor, ahora por tener que criar un hijo sola: mi libro.
Dicen que lo peor que te puede pasar es que se te muera un hijo, evidentemente esta gente nunca publicó un libro.
Creo que si miro un tutorial más de cómo navegar el ser madre primeriza tendrán que recoger mis pertenencias en la sala de emergencias y criarlo ustedes. ¿Alguien dimensiona lo qué es vivir con el susurro de los verbos con doble acentuación al oído? Mi vida se ha transformado en una preocupación gramatical en vez de una cita con algún perdedor que hacía de mi escritura un hotel con vistas al Central Park.
Pero no teman, ayer hablé con mi amigo Ricardo y se ve que ahora mis amigos han decidido exponerse por mí: encontrarse con alguien en un mundo que no favorece al amor.
— Nena, se terminaron los dramas en my life, esta noche salgo con una Argentina que está para el sexo sin profiláctico y la foto en el balcón.
— Empezamos bien Rick, del amor a la vulgaridad en una oración. Esperemos que tu diosa no se quede embarazada y vos no termines con herpes genitales fruto de tu irresponsabilidad.
Rick estuvo en una relación turbulenta por seis meses, en donde casi pierde el amor propio por estar con la persona equivocada. Yo la conocí, era el epicentro del ego, como si la falla de San Andrés hubiera nacido en esta mujer y todos teníamos que estar atentos a que en cualquier momento un temblor nos enviara a la chingada. Esta chica tenía el poder de hacerle creer que el delirante era él…Y su manipulación primadonna nos agotó a todos; ya que él me utilizó de psicóloga hasta que blanqueamos la situación y descubrimos al agente foráneo que la poseía. Mi amigo volvió a la normalidad, la bajó del podio finiquitando la situación y me dio un respiro para que yo volviera a tomar contacto con mi lectura alejándome de mis discursos pre-freudianos.
— Divorciada sin hijos, darling. Probablemente esta noche no vuelva a mi casa a dormir.
— Ricky, si te gusta tanto te recomendaría que vayas despacio. Querer llevarte una mujer a la cama ni bien la conocés, puede sonar sospechoso.
— Ceci, tus aires victorianos ocurrieron hace ciento dieciocho años. Wake-up, siglo XXI, San Francisco. Online dating.
— Sí, y así estamos, una era sin compromiso, con más promiscuidad que nunca y un individualismo que nos acerca más a la pantalla digital que a la intimidad. Y después cuando no te quieren bien, te quejás. Ese es el problema con la inmediatez, no te da la distancia necesaria para evaluar si el acercamiento es físico o verdadero.
— Mucha filosofía, Ceci, necesito divertirme…Fui torturado emocionalmente durante seis meses, dejame jugar un ratito.
El círculo vicioso del mundo, se destrozan unos a otros y después buscan clavos para salvarse las heridas que a su vez vuelven a causar en otra gente iniciando un nuevo ciclo de dolor. Hasta que no te sanes volverás a sangrar sobre personas que no te cortaron, dice la frase.
Y como dice otro amigo mío:— Ceci, subiendo videitos tocando la guitarra no te va a llevar a conocer a alguien, ¿eh?
No, pero me va a llevar a estar conectada con el arte que me da mucho más amor que los tiempos que corren.
¡Carpe diem!
Buen sábado para todos,