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EL regreso de las citas

Anoche después de estar en pareja por un tiempo volví nuevamente a las pistas de soltera, tuve mi primer cita. Lo bueno del comienzo de una relación en este planeta es que nadie toma nada por sentado y te cuidan como si fuera la última vez que te van a ver. Para crear poco después el cementerio de la confianza entre los 3 y 6 meses y no poder divisar que te creció un pelo en el mentón. Humanos, una raza perdida. Como me considero inconquistable, ya que para estar conmigo tienen que creer que me muero cada noche, mi cita de ayer lo supo de entrada…y por suerte no le tuve que repetir que baje el asiento del inodoro 400 veces porque se toma el tiempo de escucharme y registrar lo que digo. Amén. Tuvimos nuestros altibajos pero creo que finalmente miramos hacia el mismo lado, mucha gente llamaría a esto “encontrarse”, yo lo llamo 12 dólares por mes. Si señores…volví a un lugar en donde nadie me lastima gratuitamente, por 12 dólares no tengo que lidiar con ningún patron psicológico o un Edipo no resuelto. Gente, Netflix…Netflix, gente. Ahora que los presenté oficialmente quiero decirles que desde que aumentaron sus tarifas mensuales están trabajando un poquito más en seleccionando el material— por lo menos por ahora, al año les digo como sigue. Viernes 8 pm, en donde la navaja de mi estado civil me hizo una cruz en el calendario y el corazón me colgaba de una vena de la muñeca. Malditos duelos que tardan más de 24 horas. Tenia que encontrar algo rápido si no me quería deprimir pensando que hace un mes atrás estaba pegada en el teléfono deshojando margaritas. Fumándome un cigarrillo imaginario después de hacer el amor en todas la ciudades del mundo. Hamacándome en su falda mientras le comía su boca con mis ilusiones. No solo que soy de otro sistema solar sino que no pertenezco a esta generación que estamos viviendo en lo absoluto. Para mi fortuna di con un documental de Stand-up de Amy Schumer, una humorista norteamericana que me hace partir de risa. Me reiré sola con mi bowl de popcorn…pero al menos es mejor que estar frente al espejo viendo como el rímel me chorrea por las mejillas— if you know what I mean. No solo que esta rubia me hizo morir de risa sino que me enteré de que está casada con un hombre que está en el espectro del autismo. En breve, no es autista, pero tiene muchos rasgos pertenecientes a la patología. Tal vez el nombre correcto sería Síndrome de Aspergers. No solo que trabajé con niños autistas en mis jóvenes años sino que sé exactamente como son sus comportamientos. Exactos, adorables y en una realidad paralela que los salva de este mundo. Amy contaba en este Stand-up que lo mejor que le podría haber pasado en su vida es estar casada con alguien así…ya que un hombre con estas características NO PUEDE MENTIR. No solo que no puede, no sabe como, porque hablan sin filtro. No se cuidan del prejuicio social ni les interesa lo que la gente piensa de ellos. Simplemente son. ¿Y a dónde lo conoció la afortunada? En on-line dating. Lógicamente. Con esta cita de anoche creo que no califico para el hombre standard, sobre todo porque me parece que yo también tengo autismo…ya que no puedo mentir y no tengo filtro. Por donde lo analice jamás encajo y cuando creo encajar me mandan a la chingada. Estoy segura, debo estar en algún tipo de espectro. No en el social claro ya que soy una mezcla de labrador y delfín y me hago amigos en un minuto. ¿Debería buscarme un novio con autismo? De seguro no se olvidará de mi cumpleaños y cada día lo vivirá como el último porque no tienen un registro del tiempo. Que revelación, yo solo me quise entretener y ahogar penas y resulta que esta celebridad me dio la esperanza de que hay una categoría por explorar. Es que el amor reside en el silencio, y tal vez estos iluminados saben más de la verdad que todas las religiones que no pueden callar a nuestro ego. La pregunta es…¿estamos preparados para ser amados incondicionalmente?, en esta guerra mental que llamamos amor propio. Arrastrando nuestras teorías como antorchas quemando al único sentimiento que nos dirige hacia un propósito mas elevado que cumplir roles y agotar cartuchos. Reciclada con la fe de saber que no puedo estar en otro camino que no sea este, desconecté el rígido y me fui a viajar por el mundo, superé el viernes y cancelé toda imagen que me recordara que ya vendrán tiempos mejores. Buen Sábado para todos gauchos, los quiero un chingo! Cecilia Castelli

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