Desenchufame la heladera
Me he criado en una familia que siempre recauchutaba todo, y a pesar de que mi hermana y yo sufríamos de ver una cama transformada en baúl o una silla en mesita de luz, esta cosa vintage se le daba muy bien a mis padres. Recicladores natos de todo lo flojo, destartalado, roto o fisurado.
La teníamos clarísima, si hubiera sido por mis padres, IKEA jamás hubiera existido.
Ellos desafiaban la carpintería, la arquitectura y a veces hasta la gravedad.