Jing-Jung
No me gusta hacer de psicóloga, pero cuando una amiga me llama para contarme que tuvo una decepción amorosa se activa mi Carl Jung versión siglo XXI. Con la única diferencia que el tipo era un avanzado por su época y yo no puedo estar a su altura porque directamente no encajo con este sistema. Lo intento, y hasta practico con otros mortales a ver si puedo llegar a tener el nivel de tolerancia para la inconsciencia humana que tuvo Jung…pero no hay caso, cuando me acorralan con sus egos enseguidita prendo la hoguera para incinerar un cuerpito más.
Mi abuelita desde el cielo estaría orgullosa, pero estoy segura de que Carl lo hubiera llamado “Los Arquetipos Alterados por Cecilia Castelli” y mi innovación en el campo de la espontaneidad se habría llevado un comportamiento oculto en el estudio de los duelos emocionales.
No teman gauchos, la hoguera es solo una visión…¿pero todo comienza en la mente humana, no?
Como la misma relación de mi amiga que la está pagando con su alma cuando él está esquiando en Lake Tahoe. Hasta esa suerte tiene…nieve en primavera!
El problema de mi amiga— como el de muchas otras mujeres— es que se enamoró de un hombre que no tiene el corazón abierto. Que vive literalmente desde su mente, vamos, exitoso, profesional, romántico, buen compañero, deportista…y todo lo demás que también es válido. Lo que algunas mujeres no saben es que para que exista el amor la conexión no puede ser de otro lugar que de los sentimientos— que vienen del alma y no de nuestra programación.
Es casi insostenible que cualquier relación verdaderamente funcione si la mente interfiere con algo muy parecido a una transacción.
De hecho, desde el momento en que el ego se mete es muy probable que no sea una relación sana, porque el ego es así, perverso y competitivo.
En cambio el amor es servicial, y siempre desea lo mejor para el otro en TODAS las situaciones.
— Ay pero tía…un hombre con el corazón abierto es como pedir un milagro! ¿Realmente existen?
— Y en caso de que no, ¿preferirías conformarte con menos? Digo…¿cuales son las opciones?
Convengamos que yo no soy la métrica para darle consejos a nadie porque mi nivel de tolerancia para alguien que no tiene amor es igual a CERO. Pero este planeta hasta eso tiene de chungo, la gente se queda en relaciones mediocres por soledad, sexo, dinero o simplemente compañía.
— Pero Ceci, yo soy una persona que siempre da… y estoy un poco cansada de toparme con tanta gente que saca y no da nada a cambio.
Toda mi vida lo único que hice fue dar.
— Entonces tu brújula emocional está chafada cariño, porque dejame que te diga una cosa, si hay algo que se ve muy rápido es una persona egoísta.
Y no se ve al año…se ve después de un par de meses—Jung diría 6 meses exactos. En Estados Unidos lo llaman “Red Flags,” en mi calendario, “otra decepción familiar”.
Entiendo que en este sitio los humanos que viven desde el alma son pocos, pero si tenes tanta claridad con tu amor propio no te mezclas con una especie que no esté a tu altura, porque eso es un suicidio prematuro.
Y francamente, cuando vivís desde el amor no estas buscando a nadie para que te arregle o te tape los agujeros que no podes llenar, eso es lo brillante del amor, no pide nada a cambio, sencillamente vive su mejor versión, sin ser lastimado y sin lastimar.
Si entendiéramos esto ya habríamos encontrado el amor hace mucho tiempo…adentro nuestro. Abandonando la vieja estructura tradicional y obsoleta de que necesitamos una pareja para ser feliz. Dejando de ser estafados por un sistema que pondera al matrimonio sin un verdadero encuentro. Y mirá a tu alrededor…estamos casi entrenados para salir al combate nena, estas son las reglas de campo, y si no queres ser una víctima más de un régimen que no avala el amor propio como deuda hacia nuestra humanidad, arremangate el corazón y prepárate para sacar las estacas de a una. Y a esto sumale la reproducción y tenes un combo irresistible de la supervivencia perfecta.
Inconsciencia + hijos: el virus está asegurado.
— Creo que con todo lo que me acabas de decir me deprimí más aún.
— Bravo! Quiere decir que el dolor al menos te va a empujar a bucear en la profundidad de tu vida y vas a dejar de ser un sonámbulo más en este territorio de zombies querida.
Nuestra conversación duró un rato largo, como todas las cuestiones que vienen del sentimiento, son delicadamente frágiles. Quise tener cuidado en utilizar las palabras correctas para no sumar más heridas a su pobre corazón, pero la verdad es así, un tajo que no puede sobrevivir en la superficie, porque en la superficialidad no hay alimento para nutrir la esencia de nuestro ser. Por eso cuando observo a la gente que vive desde su mente me alejo con dulzura por si el virus se me pega y me chupan la luz que hace que este motor no duerma un día.
Por la inmortalidad de mi especie, brindo con todos ustedes, onward!
Cecilia Castelli