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Quedate en casa

Quedate en casa—que nosotros te dejamos sin trabajo y llevamos tu empresa a la quiebra, esa que te costó tantos años crear—.

 

Quedate en casa—que nosotros decidimos por vos; a qué hora podés salir y en qué condiciones—.

 

Quedate en casa—que nosotros decidimos cómo te vas a morir y cuándo—.

 

Quedate en casa—aunque no tengas dinero para comprar comida—.

Buscando a Neo

 

Querido 2020:

 

Arrancaste el año vendiéndome sopa de murciélago, una estrategia bastante turra sabiendo que los chinos tienen cámaras hasta en los traseros de las ratas que venden. Tu mentira empezó a hacer ruido en Wuhan, atravesó el contrato que firmaste con el doctor Anthony Fauci en 2014 en un laboratorio de la zona y terminó en mi pasaje cancelado a la Argentina en abril. 

Obligaste a todos los gobiernos a que cerraran las fronteras, apagaste la economía mundial (mientras que China compraba todas las bolsas, claro) y nos dejaste sin actividad laboral, sin amigos y sin familia. 

Del amor y otras confusiones

Ocho de la mañana; cuarenta y cuatro mensajes por Whatsaap, nueve videos sobre el orden mundial, una foto de una hamburguesa de Mc Donalds hecha con carne de bebé y un documental de las torres 5G. Good morning Vietnam! No, tal vez Vietnam sea la referencia incorrecta, ya que los padres sacaron a sus hijos de la guerra antes de que murieran defendiendo una patria que no era la suya. En cambio ahora, los mandan al parque con barbijos defendiendo un sistema que si sigue así, van a sacar a los padres del medio.

Durmiendo con el enemigo

Anoche tuve muchas pesadillas: los símbolos que aprendí a leer entre lineas me atacaron mientras dormía. Volaban máscaras, esvásticas, perros con barbijos y hasta lo vi a Michael Jackson, con el mismo tapabocas de los años noventas amenazándome que dejara de escribir sobre las sociedades secretas. Necesito un novio urgente que me abrace por la noche y me proteja de la psicosis colectiva que estamos viviendo.

 

—Tu último novio era un psicópata, Ceci, no tuvimos tiempo de investigarlo en profundidad porque desapareció, pero puede que él sea parte de tu pesadilla. A veces es mejor estar sola, ¿sabés? Me dijo Jamie Lynn—casada hace quince años—.

All you need is love

Para rematar el amor en los tiempos del COVID, anoche me escribió un lector preocupado pensando que me quiero suicidar. Convencida de que con mi léxico de bloguera se sobrentendía de que al no pertenecer a este mundo no implicaba que me quisiera rasurar las venas. Tuve que explicarle el funcionamiento de mi psiquis para que no me llevara flores al entierro, preguntarle si estaba preocupado por mi partida o por perder a alguien que lo escuchara incondicionalmente.