La estrategia del sistema
Están pasando tantas cosas a nivel mundial que estoy empezando a dividir a nuestra raza en dos: los realistas y los negadores. Ya no se trata más del dormido, porque eso es cómo justificar a un niño que le pega a su hermana; entendemos su violencia, pero no. No de chico, no de grande, no nunca. Hay cosas que simplemente no están OK. Y cuando los negadores se cruzan con una tipa cómo yo, los siento en la silla eléctrica y les doy el último aviso. No seré la madre que esperaban, pero ustedes tampoco el hijo soñado, y como además los negadores tampoco quieren aprender la lección, de alguna manera están exigiendo un buen golpe a tiempo. Sinceramente estoy empezando a creer que a la gente le gusta que la maltraten, no solo el sistema, sino también las personas allegadas. ¿Esta crisis no será un problema de desarrollo emocional y límbico? Muy probable, ya que acatar órdenes sin analizar los estímulos es entregarse a ser una criatura de por vida en manos de unos padres tóxicos que dominan tu existencia. Defendiendo posturas con el diploma equivocado ya que las verdaderas lecciones jamás han surgido de la educación, sino más bien de la experiencia. No les pido que traguen barro o que se ensucien la personalidad con el contraste, pero el criterio es algo por lo que todos deberíamos luchar para mantener un poco de sanidad en un mundo que no perdona escoltas.