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Pinta lindo

Hay una frase que dice: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

Vivo en un edificio, nunca quise hijos y más que escribir un libro, debería decir publicar.

Lo que todas estas frases no te dicen es como agarrar la brocha, pintar un departamento enterito y darte una palmada en la espalda porque de seguro que ese árbol no lo va a hacer por vos.

Hace veinte años que tomé la comprometida decisión de decir: ¿para qué voy a contratar a alguien si lo puedo hacer solita?

Ok, les presento a solita, una tipa agotada con dolor de espalda replanteándose el puesto.

Se necesita plomero

Anoche finalmente después de treinta y cinco años tuve una cita en serio. Tantos tiempo fingiendo interés en los candidatos de turno mientras me ahogaban en el café con leche con sus historias aburridamente largas, me encontré frente a la pantalla grande—mi computadora—, a punto de besarme con él— Josh Lucas—.

Los malditos directores de Hollywood trafican niños, drogas, mensajes subliminales y después te chutan una romántica donde el hombre perfecto existe, ¡y solo habita en las películas! 

Espiritual, profundo, observador, caballero, lindo y escucha más de lo que habla. Hit me!

Zombie attack 4009

 

Hace aproximadamente siete meses que vengo conviviendo con los zombies, y a pesar de que todos los días cuento las horas que faltan para que se mueran—debido al uso compulsivo del bozal— de momento debo caminar por un mundo habitado por la esclavitud, la temerosidad, la fibra combativa y la idiotez con trapo. Un disfraz que calza justito para el Halloween que se viene: unos con máscaras de Antifa, otros con barbijos de Black Lives Matter, y yo, una tipa a cara lavada destripándolos con la mirada.

Enterrando cadáveres

Un planeta gobernado por el reggaeton, la vacunación compulsiva, la comida transgénica y el ateísmo, solo puede dejarnos cavando una fosa para nuestra próxima reencarnación. Que fue exactamente lo que hizo la familia de Inocencio Juárez al enterarse que la morgue se quedó con el cuerpo de uno de sus miembros declarándolo muerto por el bicho cuando en verdad falleció de un infarto. Y así, como quien se junta a jugar un doble, los vecinos y la familia del difunto fueron al establecimiento y robaron el cuerpo de Ramón Inocencio Juárez. Lo bañaron, lo cambiaron y lo enterraron a donde ellos quisieron. Suena a una película de ficción, pero esto pasó en Tartagal, Salta.

Yoga con bozal

Sábado desayuno continental: parque lleno con una clase de yoga al aire libre con bozales puestos.

Agradecí no ser parte del show, porque quedarme sin oxigeno mientras hago la postura del perro hacia abajo inhalando profundo a punto de irme de hocico, hubiera sido una película clase B sin subtítulos. 

Sinceramente el yoga y yo nunca nos hemos llevado bien, tomé dos clases y casi la envuelvo a la profesora en la colchoneta de goma atándola a la columna central del predio.

Primero porque esto de que alguien me diga como abrir un chakra en cuarenta y cinco minutos cuando hace treinta años que vengo discutiendo con las flores de bach y las corrientes hinduistas, suena a una estafa New Age.