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Nuevos amigos

¿Estás viajando sola? Me preguntó un caballero con ojos haciendo juego con el color del agua y unas pestañas que podría haber usado de tobogán; interminablemente largas y arqueadas. 

Estaba sola en una playa de Tulum, parada mirando el horizonte esperando a que bajara una maquina de pochoclos del cielo para que me acompañara con la película que estaba viviendo. Pero el Universo es mucho más inteligente que el hambre y en cambio me envió a un español de Madrid para que empezara mis vacaciones con el pie en Europa. 

La raja del sistema

Anoche decidí quedarme en casa—como hace treinta y cinco años—y mirar un documental sobre las gimnastas en EE.UU. Siempre he sido muy deportista y por algún motivo cuando miro a las gimnastas en la barra alta, los caballetes o el piso siento que soy yo la que me gané el oro en las olimpíadas. Un misterio de transmigración actoral sin frontera.

Pero anoche el motivo de mi elección fue porque el polémico film se trataba de Larry Nassar: el doctor del equipo nacional de gimnastas norteamericanas. Un predador sexual con más de 177 abusos a niñas y adolescentes durante quince años. No voy a entrar en detalles con otro pedófilo más en nuestra linea de tiempo, solamente hago alusión de la barbarie del sistema educativo, político y social que lo apoyó durante casi dos décadas a este monstruo sin culpa ni castigo. 

San Francisco-Tulum

Irte de vacaciones en el medio de una guerra biológica es un lujo—dijo mi madre queriendo agarrar su sombrero de paja y venirse conmigo.

Celebrando el acontecimiento, preparé mi maleta, sumé un par de canciones veraniegas a mis listas rockeras y me dirigí al aeropuerto a las seis de la mañana. El festejo empezó en el subte sin bozal—dudaba de que alguna de esas caras me enfrentara con el discurso plandémico de los tiempos que corren—proclamando una libertad que ya era mía: un viaje a Tulum para tomarme un descanso de la sumisión, la mentira, la manipulación y el desgaste psicológico de ver una población entera obedeciendo. 

La escena del crimen

 

Se avecina una guerra de covidiotas, continuan los debates por el fraude electoral, Antifa sigue destruyendo ciudades enteras, los medios de desinformación no están actualizando el panorama y los pinches demócratas festejan que ganaron. Bueno, si les ponen un bozal a sus hijos, no me sorprende que la ignorancia supere la evidencia científica. 

Tanta peligrosidad junta se acumuló en mi tren delantero y estoy lista para irme de viajes. No será un buen momento—históricamente hablando—, pero necesito unas vacaciones de los esclavos durmientes que me rodean si quiero mantener mi sanidad mental.

Santo Domingo, The Return

—Oye chica, que pasa contigo, tu pasa por delante mío y me ignora, ¿acaso te he ofendido, mami?

 

Estados Unidos está por colapsar y mi vecino dominicano sigue pensando que el problema es él. Imposible juzgarlo, un hombre que ha dormido con tantas mujeres debe retener algún porcentaje de responsabilidad, o al menos eso creí hasta que me dijo:

 

—Ey mami, este viru te ha arrancao de mi vida, no te veo ni en la bicicleta, que ha pasado bebé, ¿tienes un novio?