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¡Que no se te o-curry!

No me peleen en la pista si me quieren sacar buena; fue mi codazo de ayer para hacerme entender en la noche de Bhangra. Sé que la cultura hindú es una machista, pero estamos en el 2019, y esto es Estados Unidos, no Mumbai.

Me hacían el baile del pollo sumado al de aflojar la bombita pensando que con mi nariz italiana yo no iba a poder brincar en un cardio full speed.

Punjabis: estoy en zapatillas, ¿ustedes se piensan qué esto es un accidente? 

Romeo y Julieta

 

Anoche salí con Romeo y Julieta, gracias a Dios no con el plot creado por William Shakespeare; que mueren por amor siendo el centro de sus vidas en vez de repartir su tiempo entre la amistad y el deporte. Supongo que en el siglo XVI no existía otra cosa que mirarse a la cara y treparse por los balcones responsabilizando a una sola persona por existir. Muy bohemio todo, pero creo que Romeo no se hubiera enamorado de mí ni de coña; ya que el amor en mi escala de valores, incluye un poquito más que morirse por el otro. Todo muy romántico Shakespeare, pero en tus obras nunca mencionaste la división de tareas del hogar. O al menos hasta donde yo sé, la mopa y el pino luz no aparecen en ninguna de tus escenas ni por error. Perdoname mi cinismo, pero vivo sola y como verás el tema de la limpieza es una carga pesada para mis humildes fondos líricos. Si tú Romeo fuera parte de mi historia, ya estaría con la fregona en la mano listo para desinfectar la tasa del baño. Y veneno es el que me hubiera tomado yo al ver semejante acto de solidaridad sin poder creérmelo. Lo siento William, siglo XXI y todavía sigo paseando en mi escoba a ver si alguien se anima a subir y quererme en serio. 

Se necesita chef con o sin experiencia

La semana que viene llega Jamie Lynn de Los Angeles para traerme buena suerte, por suerte me refiero a que me cocinarán por 5 días consecutivos lavado de platos incluido. ¡Hablame de amor! Ahora entiendo cuando de chica me decían que a un hombre lo conquistabas cocinándole; nuevo aviso: a la mujer también.

De Argentina a la India

Mientras todos están entrenando para la maratón San Francisco-Los Angeles— o alguna ridiculez así— yo me estoy preparando para competir con los punjabis en la pista de baile de Public Works en Bhangra Night.

Una vez al mes los hindúes se reúnen a festejar su música en el barrio de La Mission; banda en vivo, coreografías, mucho olor a curry y una desubicada rompiendo los esquemas patriarcales de una cultura milenaria. Los hombres bailan con los hombres y las mujeres con las mujeres. Treinta años viendo esta estupidez agarrarse de los pelos fue suficiente. Al presenciar esto…me meto en el medio de los círculos que cierran con sus egos y los desafío a que me echen. Aleteo y mantengo mis movimientos idénticos a los de ellos y cuando se dan cuenta de que no soy hindú pero que le pongo toda la garra, me dejan bailar con ellos.

Estado civil: pintora

 

¿Alguien necesita un pintor? porque además de tocar la guitarra, escribir y cocinar huevos revueltos, también pinto. ¿Se acuerdan cuando les conté sobre la autosuficiencia? Bueno, se ve que me quieren sacar buena, ya que algún espíritu qué no emigró para el otro lado empujó para que me lo sacara al pintor de encima y continuara el trabajo yo solita. No fue mi intención, pero el guatemalteco cobraba por hora, y se tardó 180 minutos en darle una primera mano de pintura a los azulejos del baño. No entenderé mucho de números… pero como no lo estuvieran operando de una apendicitis, la matemática no me cierra per niente.