Sábado astrológico
El fin de semana tuve la fiesta del primo de Esteban, gente millonaria con casas en barrancas con vistas a mi futuro: diecinueve hectáreas a mi nombre.
Su primo es gay y está jubilado y ya lo amenacé que entre su tiempo libre y su palacio podría organizar más fiestas— de personas de mi edad, claro.
Me lleva veinte años…Y si bien es un amoroso total, esa Guest list necesita colágeno urgente. Aunque sea con Botox y buenos odontólogos que sepan hacer un frente de porcelana como la gente.
Yo los quiero a todos por igual, pero si se van a recauchutar, por lo menos contraten profesionales serios. Mucha faja reductora, extensiones de cabello y tintura vencida después… Me encontraba pegada a la estufa eléctrica en el patio de la mansión con la boca llena de pastelitos de chocolate. Yo rezaba para que nadie me viniera a hablar, o para que ningún señor mayor compitiera con el dueño de la casa diciendo que él tenía una propiedad muy parecida.