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Matrimonio y algo más

Después de ser embestida socialmente por el modelo tradicional durante tantos años, llegó la hora de desmitificar lo que significa una vida con propósito más allá del estado civil. 

Esta crónica está basada en una generalidad y en una recolección de datos basada en una observación personal. De seguro habrá muchas realidades paralelas a este relato, pero hasta donde yo sé, este es el mundo que me rodea; uno que sufre en silencio y busca testigos para no sentirse solo.

En el proceso evolutivo de nuestra especie, el hombre ha sabido crear herramientas para matar animales y alimentar a toda su familia, pero no ha podido crear herramientas para crecer y superarse sin dolor.

No estaremos cazando mamíferos a la intemperie, pero he visto un par de ellos en traje y portafolio que se le parecen bastante.

La Bastille

Estoy embarazada. Que nadie se alarme, es ectópico. Comí mucho y se acumularon los residuos de cuatro fiestas seguidas en mi abdomen creando un falso humano de tres meses de gestación. El amoroso llegó justo para el verano, sin padre ni madre, ¿ó pensarán que soy yo la responsable de esto?

Empecemos a enumerar a los culpables: primera fiesta, cumpleaños de Renata en Sens, un restaurante en frente del Ferry Building con vistas al Bay Bridge; un puente que pronto estrenaré si éste hijo sigue creciendo. A Renata la conozco como al 80% de la gente en San Francisco, es amiga de una amiga, de una amiga. Por suerte compartimos mucha gente en común y entre ellas está José Gregorio, que por no dejarme sola también se echó una panza para hacerme compañía. Con la única diferencia que ese hijo habita ese cuerpo hace 5 años. 

Septiembre

Se despidieron con las sabanas entre las piernas, algo invicto los unía, era de sobra que el encontrarse estaba sobre evaluado, pero juntarse a celebrarlo desmanteló la posibilidad de vivirlo todo de nuevo. 

Invocando viejas historias del amor que no predominan en estos planos en donde lo solemne te ahorca con una soga programada limitando el espacio entre la posibilidad y la existencia.

Ella lo acarició con su mirada suplicando en un silencio privado que todo esto durara más que el tiempo que habían estado sin tenerse. Irreversible, largo e injustamente prudente. 

Levantando años

Que en el gimnasio me reciba un metro noventa de pectorales inflados, trasero marcado y viente años de experiencia como personal trainer no me hace ninguna gracia.

Su nombre, Mike, el mío, Bad Luck. No esperaba un reventado tampoco, ya que esta gente predica con el ejemplo… Pero de ahí al fisiculturista griego hay cuatro dorsaleras de por medio.

Observador, silencioso, amable y con una pinche planilla en la mano para diagnosticarme la mujer más flácida del año. ¿Por qué terminé en este sitio? ¡Porque aparentemente envejecer es el plan más divertido del planeta! Ya que tus músculos después de una cierta edad se destacan por bailar la tarantela.

Ceci, Flamenco, Barcelona

Anoche tuve una cita con el flamenco; está más difícil encontrar un novio que te acaricie el pelo a que te pisen cucarachas al lado y te canten en gitano. Gracias Teatro Presidio, puedo corroborar que ha sido una buena noche, tal vez hasta haya una segunda ronda y todo. 

Las anfitrionas nos pasearon por el suelo y el escenario entre cachetadas, palmadas, taconazos, gritos, lágrimas, drama y flores que volaban en el aire. Supongo que esto en Andalucía debe significar: me liberé del machismo enjaulado, o algo así. Tampoco entendí porque las chicas lloraban tanto mientras actuaban, pero el arte es incierto. Unas lloran y  otras agarran la computadora y escriben sin parar; este último caso vendría a ser el mío, una chica flojita de palabra. Y menos mal, porque si tendría que bailar flamenco para ganarme la vida, viviría con los juanetes ardidos y la espalda a la miseria.