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Italianos en la costa

El amor romántico ha perdido protagonismo más o menos desde que Fred Astaire dejó de hacer películas, no pretendo con este relato rescatar 50 años de historia,  sacar a flote el cortejo o exponer la falta de valores de un tirón. Creo que para estas alturas, el 1% ya sabe con los bueyes que está arando, y nada más lapidario que la recolección de datos de la última década con respecto a las relaciones humanas. 

Terminator

Señores y señoras, llegó la nueva raza “híbrida” al planeta Tierra. Niños nacidos de padres inoculados con la vakuna experimental antes de concebirlo. Ampliando, antes de que el óvulo se uniera con el esperma, los zombies se juntaron a hacer el “amor” y una mutación foránea se engendró en el cuerpo de la madre. Vamos, ¡el octavo pasajero!

Mujer mirando el sudeste

El bozal o la empanada, es tu decisión—le dijo mi amigo a un vendedor de comida Argentina en Los Angeles.

La vendedora, habiéndolo apretado para que se pusiera el trapo en la cara a la hora de elegirlo como cliente, quedó chafada entre la tarta de zapallitos y la tira de asado. 

Como verán, la dictadura no es el problema, ese es el gatillo fácil del sistema para que sigamos las reglas. El verdadero dilema es la sumisión humana, que con tal de alimentar su estadío primitivo se ponen la vakuna en la sien y usan el bozal hasta el día de su entierro. 

La verdad nos hará cabrones

Hace dos días hablé con un amigo y me formuló su desencanto con mi escritura en los últimos tiempos. A él le gustaba cuando yo escribía sobre las superficialidades mundanas de este plano, contaminado de neandertales, uñas de acrílico y charlas sobre la dieta vegana de los nuevos protestantes del cambio climático.

Sábado salvaje

Mi vecina del 24 se mudó enfrente, venden nuestro edificio cerca del mar en octubre, y este paraíso se está quedando sin palomas. Como aún sigo acá, la invité a cenar para después salir a escuchar música al antro de Fat Cats, que vendría a ser el Cat Club de Fort Lauderdale. 

Lo mejor de la noche: la cena. Lo peor: haberme sacado las pantuflas y ponerme las sandalias.

A veces me pregunto cuándo será el iluminado día en el que salir sea un mejor plan que quedarme adentro con mi difusor de lavanda.