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Barbilandia

Es una pena que me tenga que ir hasta Berlín para pelear por mi libertad, aunque con las fronteras cerradas y el poco entusiasmo que sentí cuando la conocí, dudo de que eso suceda. Supongo que la frase: “no juzgues a un libro por su tapa” fue inspirada en mi visita a la capital de Alemania en  2017. Una ciudad que no me movilizó ni un pelo cuando la conocí, pero que ahora pasó a ser un potencial de retiro jubilatorio. 

Hisopado Invasivo

El expresidente de Burundi—Pierre Nkurunziza—sacó a la Organización Mundial de la Salud de su país y apareció muerto en su casa de un supuesto ataque al corazón la semana siguiente.

El editor y activista australiano creador de WikiLeaks, Julian Assange, está en prisión por haber revelado correos electrónicos de tráfico de niños y otros actos innumerables de corrupción. 

El DJ Avicii expuso en unos de sus últimos videos la red de pedofilia que atraviesa este planeta y lo suicidaron a la edad de veintiocho años.

Anthony Bourdain también apareció suicidado a los sesenta y un años cuando estuvo a punto de revelar el anillo de pedófilos de Hollywood.

El poder que gobierna este mundo es tan asquerosamente obvio que ni se toman la precaución de hacer pasar un suicidio por una muerte accidental, ¿Bourdain colgado del techo? Ni tu madre se lo cree. 

Edward Snowden exiliado en Rusia por haber filtrado información legítima y deshonesta de la Seguridad Nacional de Estados Unidos. 

Bill Hates

Hace cinco meses que nos esclavizaron con un barbijo, nos impusieron seis pies de distancia y decidieron con cuántas personas nos podíamos juntar. Si fuera de otro planeta me estaría descojonando de risa, porque realmente es para flipar hasta donde la idiotez humana nos ha llevado. Se está poniendo tan lindo el asunto que agregaron la vacunación de nuestro querido Bill Hates. Ténganme paciencia, no puedo poner su verdadero apellido porque me lo censuran. El tío Bill es uno de los míos; lo arrestaron a los veinte años, abandonó la universidad a los veintitrés y de ahí en más se dedicó a la filantropía. Bueno, hasta acá pensábamos que era solo un rebelde desafiando las autoridades.

El cólera en los tiempos del barbijo

Hay muchas cosas que no se justifican en esta vida, pero salir a caminar por la playa y ver a un surfista con un traje de neopreno y una máscara  puesta en la cara mientras surfea fue un golpazo a mi psique. 

Después de recuperarme del coscorrón vi que lo tenía mojado y cacheteaba el agua con el trapo haciendo maniobras para no ahogarse con la tela que no lo dejaba respirar. Pude verme trabajando de guardavidas en mi tiempo libre para terminar de hundirlo en el agua y borrar esa imagen de mi disco rígido para siempre. 

Día del amigo

Dos amigas me dejaron de hablar, un amigo me retiró el saludo porque no escribo más sobre citas y viajes, y una cuarta persona me agredió por reírme del gobierno argentino. Perdón, ¿desde cuándo uno vive para complacer las ideologías ajenas? Y además, ¿quién quisiera vivir esa vida de falta de libertad y aceptación? Francamente, yo también extraño escribir sobre citas y sobre todos los países que podría haber visitado si no me quisieran calladita y con el bozal puesto, pero escribo autobiográfico, y la puñetera realidad es que no podemos salir (ni del país, ni a socializar) y las restricciones no me dejan ni verle la cara a la gente en la cola del supermercado. ¿De qué otra cosa voy a escribir si en cinco meses esto se ha transformado en una dictadura?