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Redes sociales

Por querer esclavizarnos terminaron despertando a más de la mitad de la humanidad y lo que está pasando es histórico. El pueblo está saliendo a reclamar sus derechos constitucionales y ahora los que se van a enfrentar con la verdad son ustedes. La verdad de habernos mentido con esta manipulación biológica, con las estadísticas, con los miedos de comunicación, y con la censura extrema de los de izquierda. 

Mark Fuckerberg te vas a tragar tu propia medicina en la cárcel; primero por haberle robado las patentes a tus colegas para crear esta maldita plataforma sobre la que te escribo, y después, por ser un fascista que hablás de la inclusión y la igualdad de los negros pero discriminás a todo aquel que no piense como vos bajando su información de tu red. Tu doble discurso va a terminar ahorcado en el laboratorio de donde saliste, porque si no sos un clonado de la elite, le pegás en el palo. Venís abusando del sistema desde que saliste de Harvard con veintitrés años, clamando ser un filántropo, cuando en verdad sos el magnate más joven con la obsesión compulsiva más grande del mundo: el control absoluto. Give me a break! 

Perdón, no abusaste del sistema, porque el sistema te creó para utilizarte de eslabón y ser la voz de miles de mediocres que no investigaron las causas que les llevaron a creer en el comunismo. Abusaste de la ignorancia de la gente, que es un crimen de lesa humanidad. Y te pensaste que con tu censura nos ibas a callar cuando lograste exactamente lo contrario, que explotemos. Eso es lo que pasa con un padre represor, su castración hace que sus hijos se rebelen y de grandes se le vuelvan en contra, Fuckerberg.

Tu plan era criar una generación de idiotas adictos a la esclavitud virtual y terminaste despertando a más de los que adoctrinaste. Y ahora se te están cayendo las fichas de tu ingobernable autoritarismo y vas a terminar con Google en la banca de los estafadores tecnológicos más siniestros del siglo. 

¿Sabés por qué? Porque nunca fuiste una red social Marquitos, una red social no tiene el permiso para censurar deliberadamente, fuiste un medio de comunicación que manipuló datos para convencer al espectador que eligiera tu visión, una que te deja con toda nuestra información a cambio de nada. 

Tu estrategia fue una grandiosa, porque a través del narcisismo de la gente vos hacías tu trabajo en paralelo: quedarte con una base de datos que te sirviera para un estudio de comportamiento poblacional. Y mientras tus corderos serviles trabajaban sin goce de sueldo, vos diagramaste un esquema social que te hizo billonario. 

Ah pero con esos “likes” la dopamina hizo estragos masivos en la sociedad y los burros se dejaron llevar por la zanahoria de la gratificación instantánea. ¿Quereme que sin tu aprobación no soy nadie? Tan de manual Marquitos que te sacaste un cero en psicología, porque se te escapó el detalle de tu propio narcisismo: ser más cuidadoso con tu ambición. Ahora las obviedades chorrean de tus creaciones y tu falsa red social está petada de municiones hacia tu legajo, un tipo exitoso con un caño en la sien llamado karma. 

Y te preguntaras por qué estoy utilizando tu creación para compartir mi arte, y solo puedo contestarte desde la soberbia que instalaste en mí, porque sin mí no existirías. Sin todos nosotros te caerías al pozo de donde viniste, uno sin alma y sin moral, destruyendo toda la luz que hace que tus miserias finalmente sean penalizadas.

 

Por la verdad y la libertad.

 

Ceci Castelli

www.cecicastelli.com 

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