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Horóscopo última semana de febrero por Ceci Castelli

Aries: ¡Qué grande Aries! Estás en tantos lugares a la vez que lograste juntar a tus dobles del plano astral y ramificar tus trabajos en varias direcciones. Ahora no solo que la gente tiene que soportar verte en todas partes, sino que además no tienen escapatoria. Empezás un curso de yoga para calmar la presión escénica de ser el centro de atención, y te terminan echando porque te pusiste a dar el curso vos. Dieta Ayurveda urgente.

 

Tauro: Debido a tu necesidad de lucha permanente y tu carácter obstinado de siempre querer tener la razón, te internan en el Hospital Clemente Alvarez y te extirpan los cuernos para que dejes de lastimar a tus pares. Una semana después te trepás por el patio del hospital y entrás a la sala de emergencias a asesinar al médico que te operó. Terminás en la cárcel por tiempo indeterminado. Fuerza Tauro, que sin luchar también se vive.

 

Géminis: Algo radical está por suceder en tu vida Géminis, y es que encarás a un terapeuta del mismo signo que vos. Entonces lo que parece una lucha de poderes es en realidad el vínculo perfecto de prueba y error. 

Vos inconscientemente lo ayudás a tu psicólogo a ver sus miserias y él te ayuda a vos. El problema es que como son los dos insoportables no llegan al complejo de Edipo que se agarran del cuello en el diván y tiene que intervenir el jefe de sala para separarlos y acabar con la sesión.

Consejo: cambiá tu fecha de nacimiento.

 

Cáncer: portás una sensibilidad aparte que hace que seas un tipo muy especial, tan especial que estar con vos es como pisar bombitas de olor el día entero. Sos tan frágil Cáncer que si las cosas no salen como vos querés terminás haciéndonos pagar a todos por tu lloradera sin retorno. Lo que se traduce en realidad a un ego más grande que el Empire State Building. Esta semana te internás en el Cementerio de La Piedad porque tus familiares y amigos te dijeron que se llora a los muertos no a los vivos.

¡Suerte Cáncer! Estás bien jodido.

 

Leo: te has superado tanto Leo que te llegó la iluminación que practican los yoguis en la India. El problema es que después de ser iluminado te pensaste que eras Dios y Dios te bajó de un gomerazo enviándote nuevamente al planeta Tierra. Pero sos tan hábil que reclutas meditadores pasantes para que te ayuden a pulir tus asperezas y volver de nuevo al trono. Al no pagarles un salario se cansan de tu liderazgo y te envían a la chingada al mes de estar juntos. No pierdas la esperanza Leo, ser jefe no siempre es algo malo.

 

Virgo: oh my God Virgo! Esta semana el médico te detecta “neurosis de rabo” y tenés que aceptar que tu perfeccionismo te ha llevado a morderte tu propia cola. No podés más con vos mismo y sentís que tu obsesión por lograr todo en una sola vida te está llevando a la autodestrucción.

Pero tampoco te querés morir porque sentís que todavía no enviaste las tarjetas de invitación para tu funeral y odias que te quede algo sin hacer.

No te pases Virgo, hoy te vieron en una imprenta pidiendo rebajas al dueño.

 

Libra: ¡Finalmente llegó el día, Libra! El día que te aburriste de tener siempre la razón y te vas de gira por el Tíbet a fumar opio todos los días para recuperar la alegría de vivir que perdiste por creerte más inteligente que los demás. El problema es que después de una semana de estar fume que te fume, te encontrás con el espíritu de tu abuela y te dice que no importa lo que hagas no tenés cura. Te volvés a la oficina a tu trabajo de 9 a 5 y te replanteás tu existencia entrando en una depresión post-Tíbet. Ánimo Libra, peor sería que no tengas trabajo.

 

Escorpio: esta semana te encuentran en una cortada de un barrio peligroso peleándote con vos mismo porque te desapareció la billetera. Tu otro yo se cansó de tu desconfianza y te abandona en el medio de la discusión. No te quiere ni tu alter-ego, Escorpio. Mientras volvés a tu casa sin dinero y sin la voz en off que te acompañó toda la vida, tu ángel guardián también te dice que no puede más con tu genio y se toma el 129 en la esquina de tu casa para nunca más volver. Te preocupás mucho y sin querer te sentás sobre tu aguijón clavándotelo y muriéndote con tu propio veneno. QEPD Escorpio. 

 

Sagitario: ¡Felicitaciones, Sagi! Lograste dejar las harinas y convertirte en un discípulo ayurvédico. Llegás el peso ideal y te sentís fresco y liviano. El problema es que después de cumplir con tu meta física te das cuenta que tu problema son las adicciones emocionales. Te vuelve a agarrar el bajón y te pedís una pizza de cuatro quesos y una chocotorta enviando la dieta a la chingada. Tus familiares se preocupan y te regalan un paquete de cigarrillos, ya que cuando fumabas sufrías menos altibajos. 

Consejo: aguas termales y mucho comino para aflojar la ansiedad. 

 

Capricornio: tu vida es tan perfecta que ya no podemos describirte más en el horóscopo, Capricornio. Tenés todo tan calculado que no te podemos hacer ni la carta astral. Esto genera mucha desigualdad con el resto de los signos y te hacen un piquete en la puerta de tu casa quemando llantas y tirando bengalas en tu ventana. Llamás a la policía y terminan arrestándote a vos por vivir en negación. El estado te hace un juicio por arrogante y te castigan haciéndote cumplir trabajo voluntariado limpiando excrementos en las celdas de los prisioneros. 

Consejo: la humildad ante todo. 

 

Acuario: (este signo ha sido removido de manera definitiva por junta de firmas del resto de los signos, del horóscopo chino, el FBI, la seguridad nacional del estado y todas las personas amorosas que vienen al mundo a mejorarlo en vez de explotarlo para sus propios beneficios).

 

Piscis: semana muy reflexiva para los piscianos; se suicidan por encontrar un paquete de leche vencida en la heladera. Al morirse se van al cielo, solo para ser expulsados otra vez al planeta Tierra porque en el edén no aceptan perdedores de este calibre. Reencarnan con fuerza y vigor, pero al romperse el flotador del baño les agarra la depresión nuevamente y buscan otras maneras de suicidarse y que esta vez funcione. 

Consejo: comprate un Caniche Toy, Piscis, si te morís, al menos te despedirá alguien. 

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