Blog

La presentación oficial

Parte de ser una escritora es escribir un libro, la otra parte es aprender a publicarlo, y cuando creés que se terminó la bachata de hacerlo todo solita, aparece la tarea de promocionarlo— al libro, claro, porque para vender mi imagen ya tengo una playlist de conciertos en vivo en mis redes sociales.

He llegado a recibir mensajes del estilo: “me escribís, me cantás, te amo”.

Pero las probabilidades de que ese amor me mantenga es más foráneo a que yo me dedique a la cocina. Imposible y fraudulento.

Entonces mientras sigo autogestionando esta empresa de bloguera con cantimploras de agua bendita colgada de la cintura, también continuo  contratando empleados para que mis finanzas algún día se dupliquen por haber ayudado a tanta gente.

Madre Teresa versión 2020 here I come! Nada más que en vez de ayudar a los pobres, ayudo a los millennials a que sigan ganando más.

Sé que todo vuelve en la vida, pero no quisiera recolectar mis honorarios cuando el Coronavirus haya arrasado con la mitad de nuestra especie. 

Horóscopo última semana de febrero por Ceci Castelli

Aries: ¡Qué grande Aries! Estás en tantos lugares a la vez que lograste juntar a tus dobles del plano astral y ramificar tus trabajos en varias direcciones. Ahora no solo que la gente tiene que soportar verte en todas partes, sino que además no tienen escapatoria. Empezás un curso de yoga para calmar la presión escénica de ser el centro de atención, y te terminan echando porque te pusiste a dar el curso vos. Dieta Ayurveda urgente.

 

Tauro: Debido a tu necesidad de lucha permanente y tu carácter obstinado de siempre querer tener la razón, te internan en el Hospital Clemente Alvarez y te extirpan los cuernos para que dejes de lastimar a tus pares. Una semana después te trepás por el patio del hospital y entrás a la sala de emergencias a asesinar al médico que te operó. Terminás en la cárcel por tiempo indeterminado. Fuerza Tauro, que sin luchar también se vive.

El apocalipsis del sadomasoquismo

No tomo alcohol, no fumo y no tengo sexo y hoy me levanté como si hubiera hecho las tres cosas a la vez. 

Estoy empezando a creer que esta ciudad me está arruinando más de lo que me cuida. Mi deseo es portarme bien, pero anoche la gente me hizo pensar mal y tengo que colocar a los responsables en su lugar, al menos si algún día quiero que esa hoguera los queme en serio.

Esta maldita plaga ha invadido mi círculo social y ahora encima son religiosos también. No creo en la religión católica, sino más bien en un Dios que nos ama a todos por igual, pero cuando un tipo un sábado por la noche te cita un pasaje de la biblia en una ciudad poblada de ateos, el milagro se estaba revelando solito. 

Del amor propio a la acupuntura

A los cincuenta años, Jennifer López se cuelga de un caño sostenida por sus pantorrillas a un metro del suelo en el Super Bowl, y yo cruzo la calle y me agarra un tirón en la cintura que estoy tres días con ibuprofeno. 

Injusticia, desapiádate de mí.

Esta Jenny, además de no tener una sola arruga en la cara, porta unas nalgas a prueba de ozonoterapia, vendas frías y electroporación.

¿Qué pasa con la gente en los medios que no envejece?

No me vengan con que tiene dinero porque Jennifer López no tiene cirugías. No hay manera de hacer photoshop al espectáculo con más cámaras de primer plano de Estados Unidos. 

Y mientras Shakira y la Jenny se llenan de nuevos seguidores y estiran las piernas hasta la luna en una nueva elongación yoga Kundalini reloaded, yo llamo a un acupunturista —que aparentemente es famoso en mi círculo de amigos.